La leyenda mexicana de Coco y Miguel

Miguel es un pequeño mexicano del puerto de Veracruz que tiene una bisabuela llamada Coco.

Resumen de la leyenda de coco y su abuela

A Miguel le encanta la música, pero su familia no está de acuerdo, porque su padre era músico y los abandono. Como acostumbraba ir a declamar en la plaza del pueblo y un día un músico de los mariachis mexicanos le dijo que se convirtiera en trovador, para también tocara canciones.

La abuela llegó en ese momento y regaña a Miguel por andar haciendo caso a los mariachis. Se lo lleva a la casa mientras le regaña y le dice que la música no deja nada bueno. Es día de muertos y la abuela lo lleva de regreso a casa, por lo que le dice que deben poner las fotos en el altar para que los espíritus encuentren el camino de vuelta.

A escondidas en el ático, Miguel esconde su guitarra con la que practica para el concurso de show de talentos. Un día, mientras estaba frente a la ofrenda, llega su familia y Miguel esconde la guitarra abajo del altar.

Su familia le dice que ya no saldrá más a trabajar en lustrar zapatos en la plaza. Le comunican que se integrara con ellos en el taller familiar para trabajar. Con todo el alboroto, su perro aprovecha para comerse la ofrenda de los difuntos y Miguel trata de evitarlo. Por el forcejeo se rompe una fotografía donde aparece su padre sin cara y Miguel busca respuestas.

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Su bisabuela Coco le dice que su padre era el mejor músico y cantante del pueblo, por lo que Miguel se pone contento y sale feliz a decirles a todos. Su familia se molesta y le rompen su guitarra y todo lo que tenga que ver con música.

Miguel se presenta al concurso de talentos sin instrumento y tiene que recurrir a la vieja guitarra de Ernesto de la Cruz. Miguel se da cuenta de que la guitarra estaba desafinada y decide dejar la guitarra en el suelo. La guitarra le avienta un hechizo donde Miguel puede ver a los seres difuntos y ahí comienza lo bueno.