Hola, bienvenidos en esta ocasión tenemos para ti, tres cuentos de navidad inéditos, que no encontraras en ningún otro lugar, dicho esto vayamos a la lectura.
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Rodolfo el reno que salvo la navidad
Rodolfo era un reno que tenía la nariz rojo brillante, por lo tanto, destacaba entre otros renos, sin embargo, todos lo querían aunque fuera diferente.
En víspera de navidad, cuando todos se iban a dormir, Rodolfo se quedaba en el taller de Santa aprendiendo como funcionaba el trineo. Tenía afición por la mecánica automotriz y el funcionamiento de los motores a diesel, sin embargo, el trineo era un vehículo ecológico.
Una noche, cuando todos estaban listos para partir, las luces del trineo no funcionaban, algo sucedía y el trineo estaba descompuesto. Santa Claus se miraba preocupado, sin las luces del trineo, era imposible ver en la obscuridad, además pensaba que la navidad podría fracasar.
Rodolfo comenzó a analizar lo que le sucedía, recordó que el trineo funcionaba con energía solar y que los paneles a veces se desconectaban. El reno de nariz roja tomó la iniciativa y comenzó a trabajar mientras todos se lamentaban.
Mientras tanto, Santa estaba nervioso y creía que no llegarían a tiempo con los regalos. De pronto todos escucharon… – lo logré, he reconectado las luces, ahora podemos ver en la obscuridad.
Santa prendió el trineo y todos se alegraron al ver las luces encendidas. En seguida, los renos jalaron fuerte del trineo para recuperar el tiempo perdido, y así los regalos se entregaron a tiempo.
Desde ese día, todos recordaban que Rodolfo el reno, había salvado la navidad con sus conocimientos mecánicos.
Santa Claus perdió sus lentes
En el lejano polo norte, una mañana fría y nevada en el reino de Santa Claus. El viejo señor había estado trabajando toda la noche para preparar los regalos de los niños, por lo tanto, decidió tomar un pequeño descanso.
Fue a su sillón favorito y se quitó los lentes para dormitar, sin embargo, estaba tan cansado que no se dio cuenta en que momento quedo dormido. De pronto, escucho a lo lejos que gritaban…
– Santa, ya es hora, tenemos que partir a dejar los regalos.
Santa quedó dormido profundamente durante horas, en consecuencia, era momento de partir a repartir los regalos en todo el mundo.
Mientras se recuperaba, se dio cuenta de que sus lentes habían desaparecido. Con su barba blanca y sus ojos cansados, se preguntó dónde podrían estar.
Santa salió de su taller y muy triste les comunico a sus amigos…
– Compañeros, he perdido mis lentes y sin ellos no puedo mirar, creo que esta noche no podre salir a repartir regalos.
En ese momento, un hada pequeña apareció volando en la habitación. El hada sacó unos lentes mágicos de su mochila, esos lentes eran diferentes a los que había perdido, ya que tenían micas de colores que brillaban con cada movimiento. Además, los lentes mágicos de santa, tenían luces para mirar en la oscuridad.
Desde aquel día, Santa Claus lleva sus lentes mágicos, y con ellos maneja su trineo donde lleva los regalos.
La navidad oscura
En una ciudad lejana, había una familia muy pobre, eran dos hermanos y sus padres. No tenía para comprar regalos y tampoco para la cena de navidad. Además, ni siquiera tenían luz en la casa, su padre había perdido el trabajo y no tenían dinero para festejar la noche buena.
La mamá les dijo que no debían preocuparse, ella conocía un viejo con barba blanca que traía regalos a los niños de buen corazón. Los niños se acostaron y abrieron la ventana para que la luz de la luna iluminara su habitación. Mientras tanto, su madre les cantaba villancicos y les recitaba cuentos infantiles.
De pronto sucedió algo increíble, la luz regreso e iluminaba por completo su casa, ellos sorprendidos salieron para ver que sucedía y se llevaron una sorpresa.
El alcalde de la ciudad, había restablecido la electricidad para todas las familias con adeudos y además, traía regalos para los niños de la ciudad.
Esa navidad oscura fue diferente, no llego Santa Claus, sin embargo, el alcalde también tenía una enorme barba y una camisa roja.
– Jojojojojo… feliz navidad para todos.
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