En el lejano espacio, había una vez un asteroide volador llamado Cometin, quien era una roca gigante que viajaba por el espacio.
Cometin se sentía libre al viajar por toda la galaxia y llevaba mucho tiempo navegando por el enorme espacio exterior.
Un día, Cometin se sintió cansado y pensó que ya era tiempo de dejar de volar, por lo tanto, comenzó a mirar a su alrededor un lugar donde caer.
Decidió que la mejor manera de tomar una decisión era dar un paseo por todo el sistema solar
Primero paso por el planeta Mercurio y Venus, pero se dio cuenta de que en ellos hacía demasiado calor, con temperaturas por encima de los 450 grados centígrados.
En seguida, círculo por el planeta Tierra y se dio cuenta de que había grandes océanos y mucha tierra donde caer, además que le habían contado historias de su formación.
Luego siguió su recorrido por el sistema solar, pasando por Marte, donde observó que hacía mucho frío y su temperatura mínima era de 123 grados centígrados bajo cero.
Los últimos cuatro planetas, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, tenían temperaturas muy similares, pero donde hacía extremo frío. Las temperaturas en esos planetas eran mayores a los 150 grados centígrados bajo cero, por lo tanto, Cometin se congelaría.
A lo lejos también había otro pequeño planeta llamado Plutón, sin embargo, su temperatura también era congelante y Cometin desistió de caer ahí.
Cometin tomo una decisión
El asteroide volador decidió que en la tierra y en marte, había un clima agradable durante el verano, pero en el invierno las temperaturas en el planeta marte bajaban hasta los 123 grados centígrados bajo cero, por lo tanto, eligió el planeta tierra para caer.
Cuando llego a la tierra, todas las personas se sorprendieron con su destello en el cielo y al caer fueron para recibirlo.
Desde ese día, Cometin era famoso y podían ir a visitarlo en un museo, donde los niños se admiraban y podían tomarse fotografías con él.