El niño que dormía mucho y se hizo anciano

En una ciudad lejana, había un niño llamado Milo, era un pequeño juguetón e inquieto que le encantaba el basquetbol. Su madre le decía que se durmiera temprano, pero Milo se desvelaba jugando con el celular y mirando videos.

Un día su madre enojada le dijo: Milo, si no te duermes temprano un día no vas a poder despertar por la mañana y te quedarás dormido.

Milo durmió profundamente

Esa noche Milo estaba cansado, sin embargo, se quedó mirando videos y no se durmió temprano, por lo tanto, se desveló hasta la madrugada.

Al siguiente día, Milo se despertó y estaba cansado. Quiso levantarse de la cama, pero no podía, simplemente su cuerpo no respondía, sin embargo, se puso las sandalias y caminando, fue a buscar a su madre.

-Mamá, mamá, ¿dónde estás?, me haces un licuado, dijo Milo.

Sin embargo, nadie le contestaba y a Milo se le hizo extraño.

-Seguramente salió a la tienda y por eso no está en casa, pensó Milo.

Fue a su habitación y se puso el uniforme para ir a la escuela, noto que la camisa no le quedaba bien y que la ropa le apretaba.

-Quizás tengo que dejar de comer tanto pan, dijo Milo, en seguida fue a la puerta para ir a su escuela.

Mamá me llevas a la escuela

Milo gritaba, pero nadie le contestaba, entonces decidió caminar solo, antes de que se hiciera tarde. Camino por la avenida central y llego a su escuela, pero cuando estaba frente a la puerta, se dio cuanta que estaban derrumbando el edificio.

En ese momento, Milo sintió tanta alegría de que no tenía clases y podía perder el tiempo todo el día. Pensó en tirarse sobre el sillón para jugar videojuegos, por lo tanto, camino de regreso a casa lo más rápido que pudo.

Cuando estaba por llegar a su casa, encontró a un anciano que físicamente se parecía a su mejor amigo Luis. Cuando se vieron de frente, quedaron sorprendidos y Luis le pregunto…

-Milo, ¿eres tú?

-¿Quién es usted? -¿Cómo sabe mi nombre?, le respondió Milo…

-Milo, soy Luis, tu vecino y tu mejor amigo

-Pero, eres viejo, ¿por qué te hiciste viejo Luis?, decía Milo…

-Somos viejos Milo, te quedaste dormido profundamente y nunca despertaste hasta hoy. Ahora eres viejo y perdiste toda la vida durmiendo.

Moraleja del cuento «El niño que dormía mucho y se hizo anciano»

Milo se quedó dormido toda su vida y despertó cuando ya era anciano. Este cuento corto nos hace reflexionar sobre que los niños y adolescentes pierden tiempo en actividades que no son sanas, como jugar videojuegos. Eso provoca que muchos niños y adolescentes, duerman pocas horas por la noche y en consecuencia, duerman mucho durante el día.