Entre adolescentes y padres, hay dos momentos cruciales que no se olvidan. Aquí algunos consejos para fortalecer la relación entre adolescentes y padres.
El primer momento: ese último periodo de la pre-adolescencia, cuando un hijo se apega demasiado a su padre, anunciando que son los últimos momentos de niñez.
El segundo momento: cuando el niño ya no se acerca y como adolescente se aleja. Valla momentos que pasamos, ese gran choque de emociones que no estaban programadas.
Luego, sin que ellos se den cuenta, lloramos a escondidas y como adultos no sabemos controlar las emociones.
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Cambios en el comportamiento de niño-adolescente
Los días donde llegabas y te recibían con los brazos abiertos se terminaron. Ahora es difícil que se acerque y si lo hace, no da muestras de cariño como antes. El niño que antes no soltaba tu mano, ahora está en su cuarto con la puerta cerrada y solo a veces te habla.
Poco a poco ha cambiado su manera de vestir y ahora prefiere salir con sus amigos. Las salidas en familia le incomoda y prefiere evitarlas en la medida de lo posible.
Descubrió la sexualidad y comienzan los primeros coqueteos con chicos o chicas de su edad. Se ha teñido el cabello y se ha pintado las uñas augurando que está cambiando.
A veces externa su opinión y siente que expresa la verdad absoluta, aunque sepamos que se equivoca. Sus gustos musicales han cambiado y se comporta de manera diferente frente a otras personas.
En reuniones sociales guarda silencio y se aparta en una silla sin convivir demasiado. Frente a sus familiares solo asienta con la cabeza para decir si o decir no sobre algo que se le pregunta. Pareciera que la seriedad ha invadido su vida y no quisiera convivir con otras personas.
En la escuela se ha vuelto rebelde y ha dejado de cumplir con sus obligaciones. A veces contesta mal y pareciera que prefiere estar enojado. Otras ocasiones se niega a obedecer y no deja que tu autoridad se imponga.
Ha expresado que quiere ser diferente y que la religión no es algo que le interese. Los juguetes que antes ordenaba con precisión, permanecen guardados en una caja.
Ha comenzado a pedir permiso para salir y pasar más tiempo en la calle. Cuando obtiene el permiso se baña y se arregla diferente. Al regresar no dice nada y nuevamente se encierra en su cuarto.
A la hora de la comida a veces se sienta ala mesa con la familia, pero otras veces come a otras horas y a veces a solas. Dejo los videojuegos y ahora tiene otras aficiones como el deporte y la música.
Ya no es un niño, ya no quiere que le hables con cariños y ya no camina de tu mano. Su celular ahora tiene contraseña y ya no te muestras sus conversaciones como antes.
Lo que debe entender un padre para superar la adolescencia de sus hijos
Es tu hijo o es tu hija, la misma personita que le cambiaste pañales, sin embargo, está cambiando y comenzó el camino a ser adulto. Sabemos que duele y suele mucho, sobre todo si eres un padre o madre protector.
Sus días de niñez terminaron y tienes frente a ti a una nueva persona, a quien debes amar y comprender igual que antes. Entendiendo que tendrás que soltar y darle libertades, pero siempre acompañando de lejos para que no pierda el camino.
Consejos para mejorar la relación entre padres y adolescentes
¡Mi hijo adolescente es alguien que no conozco!
No llores, porque quizás no te acuerdes, pero tú también fuiste adolescente y te separaste de tus padres. En silencio también quizás lloraron, pero te apoyaron y te dieron la fuerza para que hoy día sean una buena persona.
Así que no estés triste, es el trabajo de ser padre, que a veces es injusto, pero alguien tiene que hacerlo.
No te preocupes, la buena noticias es que lo conoces y afortunadamente será un espejo de ti. Hará lo que siempre ha visto, practicara tus mismas costumbres, imitara tus decisiones y tomara el camino correcto si así se lo inculcaste.