Una mañanita estaba Marianita comprando un pastel
Llego la calaquita y dijo ese pastelito me lo quiero comer
Mariana le contesta solo una rebanada te puedo regalar
Pero la calaca molesta y enojada se lo quiso quitar
Mariana no la deja y corre a la fiesta para festejar
Pero la calavera la sigue por la calle corriendo por atrás
Mira calaquita te doy la rebanadita de mi rico pastel
Ahora Marianita festeja en su tumba desde el panteón