La ranita Teddy que bebió toda el agua del mundo

Teddy era la ranita más grande de todo el mundo. Un día, amaneció muy sedienta y comenzó a beber agua, glu, glu, hasta que se tomó toda el agua del mundo.
La tierra comenzó a secarse, los árboles dejaban caer sus hojas y los animales estaban temerosos porque si no bebían agua podrían morir.
Un viejo sabio llamado Toby pariente de los topos mineros, se le ocurrió una idea para hacer que Teddy devolviera el agua que había bebido.
-Debemos hacerla reír!
-les dijo a todos.
Entonces, cada una de las criaturas intentó divertir a la ranita gigante pero ella los ignoraba. Entreabría los ojos y volvía a dormir.
Finalmente, un día, la serpiente sedienta comenzó a enroscarse y su forma era tan ridícula que Teddy comenzó a reír…
-ja, ja, ja.
-jo, jo, jo.
Lentamente el agua salió de su enorme boca y cubrió de nuevo todos los lugares de la Tierra. Los campos se cubrieron de verde, las hojas de los árboles se aferraron a sus ramas y los animales bebieron el agua que necesitaban.

Moraleja y reflexión de La ranita Teddy que bebió toda el agua del mundo

El cuento nos enseña que hay personas que sin darse cuenta con sus acciones afectan a los demás. Como Teddy que dejo a todos los animalitos del mundo con sed porque se tomó el agua del mundo. Sin embargo una buena idea aunque parezca tonta puede ser la solución a los más grandes problemas.

También nos deja el aprendizaje que no podemos hacer las cosas nosotros solos, necesitamos ayuda de los demás. Como sucedió en el cuento el viejo sabio solicito ayuda para hacer reír la a la ranita Teddy y recuperar el agua del mundo.

Debemos trabajar en equipo para lograr objetivos en grupo y que nuestras acciones no afecten a nuestros vecinos.