A continuación ponemos un ejemplo para la escuela calaverita literaria lúdica.
Una mañana en la escuela Josefa Ortiz de Domínguez
Se escuchaba un discurso
Era el profe Osvaldo que le gustaba echar discursos
Todos con mucha atención estaban cuando
de un zapatazo por la espalda mudo quedo
Era la parca que le susurraba:
¡Apúrate a decir tu discurso porque de este día no pasas!
Y que nadie te defienda porque si no también me los llevo.
Seguidamente de todas las actividades, los alumnos recitan las calaveritas literarias de maestros para más tarde morir de risa en el salón de clases.